Es súper importante que tengas en cuenta que el láser no produce ningún daño en la formación o desarrollo del feto, ya que el láser no es invasivo, solo actúa sobre las capas superficiales de la piel que es donde se encuentra la raíz del folículo.
Lo más recomendable es que no inicies o continúes tu tratamiento de depilación desde el momento que sepas que estás embarazada.
¿Por qué no hacerlo?
Durante el embarazo, la mujer sufre muchos cambios de tipo hormonal como por ejemplo, el aumento del nivel de la progesterona – hormona femenina que se da en la gestación – esta subida de hormonas muchas veces provoca hirsutismo, que no es más que el abundante crecimiento del pelo incluso en zonas donde antes no tenias pelos, aunque ¡tranquila! este pelo desaparece tras el embarazo, así que no te preocupes.
No recomendamos someterse a este tratamiento porque no es bueno que las futuras madres se expongan a cualquier tipo de luz que pueda producir un rechazo en la piel por los constantes cambios hormonales.
El láser no es el único método que se recomienda no utilizar, la cremas depilatorias y las ceras también puesto que pueden causar mayor irritabilidad en la piel por estar más sensible, es por eso que se recomienda acudir a la rasuradora mientras te encuentras en el periodo de gestación.
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